Café doble
Marzo 25, 2022 - 2 min

Controlar lo que se puede

En estos tiempos de inflación, el Banco Central tendrá la difícil misión de comunicar correctamente sus decisiones de política monetaria

Comparte

La próxima semana, en particular el miércoles, el Banco Central publicará el Informe de Política Monetaria de marzo, probablemente uno de los más esperados del último tiempo. El escenario económico durante los últimos tres meses ha cambiado bastante, no sólo por los datos que hemos conocido de la economía local (principalmente inflación) sino también por los desarrollos externos, especialmente por la invasión de Rusia a Ucrania.

Al respecto, la conducción de la política monetaria se ha tenido que ajustar en el camino, con aumentos significativos de la TPM y un mensaje que apunta a más alzas en lo inmediato. Si bien esto no es novedad, en términos de la dirección, si lo ha sido relativo a la magnitud de cada uno de esos ajustes y al nivel “terminal” de la tasa. Para que nos hagamos una idea, hace algunos meses, el mercado descontaba que la TPM llegaría a 6%, mientras que hoy proyecta que superará el 10%, lo que nos llevaría a tener una política monetaria más contractiva que incluso la que hubo durante la crisis asiática (la tasa llegó más arriba, pero en términos comparables era menos contractiva). Lo anterior, para hacer frente a la elevada inflación que hoy por hoy experimenta nuestra economía, la que se empina casi hasta el 8%, pero que lo más probable es que supere el 9% (ambos en comparación interanual) hacia mediados de año.

Sin embargo, hay que ser cuidadosos con empezar a exigirle al Banco Central algo que puede empezar a encontrarse fuera de sus manos. La mayor incidencia inflacionaria observada durante 2021 se explicaba por fuentes locales, las que, a su vez, exacerbaban las fuentes externas. Controlar esto mediante TPM es de manual. Pero desde hace un tiempo hemos comenzado a ver una migración desde fuentes locales hacia fuentes externas, las que, si bien aún son incipientes, entregan ciertas luces sobre los reales alcances de la política monetaria para controlar la inflación contemporánea. Si, llegado un momento, la variación de los precios se explica por alimentos, combustibles y otros elementos volátiles, el grado de injerencia del Instituto Emisor se acota. Es aquí cuando el manejo comunicacional será vital, para que el público comprenda que esta inflación extra es transitoria, no manejable necesariamente por el Central, pero que, una vez disipado el shock, los precios volverán a su incremento habitual de 3% en términos interanuales.

Por eso el Informe es tan esperado. Por que si lo que pensamos nosotros es cierto, el mercado deberá recortar sus proyecciones para la TPM y esto inevitablemente provocaría una caída de las tasas cortas. Si, por el contrario, el Central da un mensaje del tipo “subir hasta que duela”, las estructuras podrían aplanarse aún más, no descartando una completa inversión de la curva y todo lo que aquello significa para las expectativas. Veremos que nos tiene preparado este nuevo Consejo, con el primer IPoM con Rosanna Costa a la cabeza.  

 

Nathan Pincheira 

Economista Jefe de Fynsa