Café Doble
Agosto 19, 2022 - 2 min

El meme

Las cifras de las Cuentas Nacionales del 2T sólo confirman lo que esperábamos: la economía se está desacelerando y lo seguirá haciendo

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¿Han escuchado aquella frase que dice que, muchas veces, cuando no se encuentran las palabras, es mejor ocupar una cita, pues alguien lo dijo mejor que uno? Bueno, un corolario de aquello pueden ser las letras de algunas canciones, que expresan de mejor forma lo que uno quiere decir, pero no tiene la sabiduría para encontrar las palabras. Me pasó ayer con “to Zion” de Lauryn Hill, del álbum “The Miseducation of Lauryn Hill”, ya que conversaba con Carolina, mi señora, que la letra refleja de manera perfecta lo que para mí representa ser papá. Una versión más actualizada de lo mismo, y perdónenme los “más mayores”, puede ser el uso de memes. Creo que para expresar mi apreciación a los datos de Cuentas Nacionales del segundo trimestre no hay mejor imagen que la de Rafita, de Los Simpson, diciendo “estoy feliz y enojado”. O la de “Hide the pain Harold”.

Claro, porque un crecimiento de 5,4% respecto al mismo periodo del año pasado es importante, especialmente porque durante el segundo trimestre de 2021 la actividad ya había crecido 18,9% a/a, a diferencia de las cifras anteriores que se comparaban con el periodo más complicado de la crisis sanitaria y sus efectos sobre la economía. Adicionalmente, si excluimos el volátil sector minero, el producto habría aumentado 7,0% a/a. Desde la perspectiva del gasto, la Demanda Interna creció 8,7%, impulsada tanto por el Consumo (7,4% a/a) como por la Inversión (7,3% a/a). Sí. Aunque no lo crea, la Inversión aumentó en términos interanuales, con un avance de 4,7% en el componente de Construcción y de 11,5% en el de Maquinarias y equipos, sumado a una acumulación de inventarios que alcanzaron 1,9% del PIB durante los últimos doce meses. Así que estoy feliz.

Sin embargo, desde una perspectiva de tendencia, la evaluación no es tan positiva. Primero, los datos decepcionaron, ya que se podía inferir de los Imacec correspondientes al trimestre que la actividad habría crecido 5,7%, lo que fue corregido 0,3 pp a la baja. De todas maneras, siendo justos, se corrigió al alza la variación del primer trimestre, de 7,2% a 7,4%. Pero esto no es lo que más me preocupa. Lo negativo es que todos los componentes de la Demanda Interna cayeron respecto al periodo anterior, en términos desestacionalizados. Por ejemplo, el Consumo muestra la primera caída en el margen desde el segundo trimestre de 2020, con bajas relevantes, como la que evidencian los bienes durables, de 9,5% t/t, o de aquellos no durables, de 3,6% t/t. La inversión, por su parte, completa dos trimestres consecutivos de disminuciones en el margen, en esta oportunidad de 1,0% t/t. Así que estoy enojado.

La verdad es que, más allá de este ambiguo análisis, las cifras sólo confirman lo que esperábamos: la economía se está desacelerando, lo seguirá haciendo y, por lo menos en el mediano plazo, no se ven argumentos de crecimiento para los próximos trimestres. 

Si bien es solamente una medida estadística, con la revisión de datos sí se habría producido una recesión técnica durante el periodo, por casi nada. Pero aquello que hoy es una medida técnica que sólo miramos los economistas, se transformará en algo más evidente en los próximos trimestres, derechamente con disminuciones interanuales en la segunda mitad del año y durante casi todo 2023. Ahí será difícil esconder el dolor, Harold. 

Nathan Pincheira

Economista Jefe de Fynsa