La interfaz cerebro-computadora es una realidad: El mes pasado Synchron implantó un interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés) en un paciente en Nueva York con parálisis a causa de una esclerosis lateral amiotrófica (ELA).  Se trata de la primera prueba en seres humanos autorizada en EE.UU. y se suma a otros cuatro pacientes que están en evaluación en Australia. Estos últimos han podido realizar acciones como conversar por whatsapp, manejar el cursor de la computadora o realizar compras online utilizando solamente sus impulsos cerebrales y la vista.

El dispositivo, llamado Stentrode, se instala con un catéter y no requiere abrir el cráneo para ser instalado, como otras alternativas autorizadas por las autoridades estadounidenses desde hace décadas. Esta alternativa lo hace menos invasivo y más seguro que la alternativa antigua, una tecnología de los años 90 que requiere abrir el cráneo e instalar electrodos en el tejido cerebral.

El Stentrode se conecta mediante cables con una computadora que se instala bajo la piel en el pecho del paciente y que amplifica las señales cerebrales y las envía a una computadora o a un teléfono inteligente mediante bluetooth.

La tecnología se encuentra aún en una etapa preliminar de desarrollo, pero estas pruebas están orientadas principalmente a analizar cómo reacciona el cuerpo humano al implante y con cuánta claridad se reciben las señales cerebrales. La idea de sus desarrolladores es reducir el tamaño del Stentrode con el propósito de poder instalar un mayor número de dispositivos en eventuales pacientes y ampliar la capacidad del sistema para interpretar y transmitir las señales cerebrales.

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