Café doble
Noviembre 4, 2022 - 2 min

Malo, pero no tan malo

Seguimos pensando que septiembre habría sido sólo el primero de muchos meses que mostrarán variación negativa

Comparte

Desde hace algunos meses, venimos augurando que la economía entraría en un ciclo recesivo. Más allá de los buenos datos que recibimos durante la primera mitad del año (y quizás un poco más), sabíamos que esas buenas noticias escondían una desaceleración importante que estaba siendo maquillada por algunos efectos estadísticos. En este contexto, nuestras proyecciones indicaban que ese ciclo comenzaría en agosto, lo que como comentamos en su oportunidad, no ocurrió. Sin embargo, eso no evitaría que fuera septiembre el que comenzara con una seguidilla de variaciones negativas.

Es así como el Banco Central anunció que el Imacec de septiembre se contrajo 0,4% respecto al mismo mes del año pasado, lo que se ubicó sobre nuestras expectativas (-1,7% a/a) y las del mercado (-1,1% a/a). Esto es una sorpresa relevante, dado que, si bien esperábamos una variación negativa, esta fue bastante menor a las estimaciones. Sin embargo, la economía entró derechamente en terreno contractivo, situación que no se veía desde febrero del año pasado. Esto fue explicado por un crecimiento de 0,2% m/m, el segundo consecutivo, probablemente lo más sorpresivo de esta entrega. A la espera de la publicación de las Cuentas Nacionales, preliminarmente el PIB habría aumentado 0,2% a/a durante el tercer trimestre de 2022.

En términos desagregados, el Imacec minero cayó 0,1% a/a, explicado por una mínima alza de 0,1% m/m desestacionalizada. Por su parte, el componente No Minero cayó 0,2% a/a, incidido principalmente por la contracción de Comercio (-10,2% a/a) e Industria (-4,4% a/a). En contraposición, Servicios aumentó 2,9% a/a, lo que nuevamente habría sido explicado por Servicios personales, específicamente los de educación. Al igual que el mes anterior, parece que andamos medio perdidos con eso, especialmente por cuando habría sido la normalización completa (o al menos, similar) de las clases presenciales en los establecimientos educacionales. De todas maneras, por su naturaleza, sería un componente transitorio. Eventualmente, compararemos peras con peras y este, al parecer el último efecto pandémico (toquemos madera) desaparecerá y los sectores más importantes serán los que dictarán el comportamiento del índice general.

Como mencionamos en el párrafo inicial, seguimos pensando que septiembre habría sido sólo el primero de muchos meses que mostrarán variación negativa. En particular, para octubre, estimamos que la actividad se habría contraído en torno a 1,0% a/a. Para el año, ponemos un sesgo al alza a nuestra proyección de 1,7%.

Nathan Pincheira

Economista Jefe de Fynsa