Desalar agua se ha convertido en una de las mejores alternativas para combatir el estrés hídrico que afecta a un creciente número de ciudades y comunidades, como demuestra el alto número de plantas que ya operan en el mundo y la cantidad de proyectos de nuevas plantas en marcha. Pero la desalinización tiene varios problemas: se trata de instalaciones centralizadas, que requieren el uso de químicos y piezas consumibles y que tienen una huella de carbono relativamente alta.

La empresa holandesa Desolenator propone una solución alternativa: destilar agua con unidades modulares, que utilizan energía solar y que tienen bajos costos de capital y de operación, sin piezas consumibles y sin químicos ni emisiones de CO2.

El sistema de Desolenator utiliza paneles solares que capturan tanto energía eléctrica como energía térmica del sol (al capturar también el calor, el panel se enfría y es más eficiente para generar electricidad). La electricidad no consumida se almacena en baterías, mientras que el calor no consumido se almacena en tanques de agua caliente que cuentan con una batería térmica, lo que asegura la operación del sistema las 24 horas del día.

Esta energía alimenta un aparato diseñado para destilar agua compleja y convertirla en agua pura de alta calidad. El sistema cuenta con un proceso de mineralización del agua para que sea apta para consumo o para aplicaciones productivas específicas.

La gracia del sistema, dice Desolenator, es que se trata de equipos modulares con capacidad para purificar 250 metros cúbicos de agua por día cada módulo, fácilmente escalables y que tienen una gran variedad de aplicaciones. La empresa está actualmente implementando dos proyectos con este sistema, uno en Dubai y otro en el estado indio de Bengala Occidental.

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