El estado de Florida ha estado atrayendo a grandes firmas de inversión y de servicios financieros desde el inicio de la pandemia. Mejor clima y menos impuestos que en Nueva York han sido los principales atractivos. Primero fue Palm Beach, donde el mítico inversionista Carl Icahn se estableció en 2020, pero Miami entró también en la carrera, donde firmas como Blackstone han estado expandiendo sus operaciones. Según la empresa de datos y análisis Convergence Inc., los activos bajo administración por empresas financieras con sede en Miami pasaron de US$303.000 millones en agosto de 2021 a US$688.300 millones en agosto de este año.

Uno de los últimos anuncios, y quizás el más ambicioso, es el de Citadel, firma que tiene unos US$57.000 millones en activos bajo administración y que anunció en julio que trasladará su cuartel general de Chicago a Miami. El plan de Citadel, que cerró recientemente un contrato para arrendar seis pisos en un edificio en construcción en Miami, es construir una torre de más de 300 metros de altura y que demandará una inversión de unos US$1.000 millones en un terreno que adquirió en Brickell Av., la principal arteria financiera de la ciudad.

La migración de las firmas financieras a Florida ha hecho crecer la demanda de profesionales del área tecnológica en el estado. También es una de las fuerzas detrás del aumento de los precios de las propiedades. El precio del arriendo en el edificio 830 Brickell donde se instalará inicialmente Citadel está entre los US$125 y US$150 por pie cuadrado, según la firma inmobiliaria Jones Lang LaSalle, claramente por encima del promedio para espacio corporativo en Nueva York, de US$82 por pie cuadrado.